Por: Mercedes Ordóñez López
Profa. Biología, Bachillerato
“2020, el año en el que el tiempo se detuvo…” Así lo definen muchas personas cuando, en realidad, nunca se detuvo: desde nuestras casas nos adaptamos rápidamente para continuar con nuestras actividades personales y laborales.
“La nueva normalidad en el confinamiento de la pandemia”
El 13 de marzo fue el último día que los alumnos se presentaron al Colegio; llenos de incertidumbre, los maestros nos organizarnos para llegar a acuerdos sobre la forma en que trabajaríamos de manera virtual.
Uno de los retos más desafiantes que se vivió fue el del proceso de enseñanza-aprendizaje: ¿Cómo íbamos a enseñar y cómo iban a aprender? ¿De qué manera se iba a lograr que los alumnos se autogestionaran? Enseñar a distancia no es fácil, perder el contacto humano es un reto para la labor docente y el aprendizaje de los alumnos.
Todos los docentes del Bachillerato adaptamos los contenidos curriculares para producir los materiales indispensable para los alumnos aprovechando diferentes herramientas digitales.
Para cada área del conocimiento los desafíos fueron tomando diferentes vertientes. En el caso de las materias de ciencias, nos enfrentamos a un desafío impresionante ¿Cómo íbamos a dar las sesiones de laboratorio? En estas asignaturas la parte práctica no se puede omitir, así que utilizamos simuladores para llevar la ciencia a casa y permitir que los alumnos tuvieran una experiencia enriquecedora, que acompaña la parte teórica.
Podemos decir que la experiencia ha sido compleja pero no imposible de resolver: día a día hemos aprendido y nos hemos adaptado para dar lo mejor de nosotros mismos. Si bien el proceso de aprendizaje es social y por lo mismo, los alumnos se enriquecen significativamente cuando la escuela es presencial, los resultados han sido buenos y satisfactorios: no olvidemos que tanto docentes como alumnos nos vimos inmersos en esta situación inusitada de la noche a la mañana y que nuestros alumnos también están adquiriendo otro tipo de conocimientos y habilidades importantes para la vida, como la resiliencia. Estamos orgullosos del trabajo de los docentes pero sobre todo, de los alumnos y padres de la Maguen, ya que sin lugar a dudas hemos llegado a buen puerto todos juntos.
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